Todas tenemos claro que el primer paso de una buena rutina de cuidado facial es la limpieza de rostro, cuello y escote. Ya sea con geles, espumas, aceites, bálsamos o leches limpiadoras, cada día necesitamos eliminar las impurezas, la suciedad, los restos de maquillaje, de SPF, etc. que se acumulan en el rostro. Entonces, si esto lo llevamos a rajatabla, ¿por qué es necesario hacerse higienes faciales en cabina cada cierto tiempo? ¡Te lo explicamos!
Un cuidado para cada época del año
Por un lado, la limpieza facial es el único tratamiento con el que conseguimos extraer y eliminar de forma profesional y en profundidad las impurezas y la suciedad que se acumulan en la piel; lo que nos permitirá después crear una rutina de belleza personalizada en busca de distintos objetivos: nutrir, oxigenar, reafirmar, etc. Mediante este tratamiento devolvemos al rostro un aspecto saludable y luminoso, reforzamos la hidratación y la protegemos. Tres pasos fundamentales que son la base de una piel sana.
Por otra parte, una limpieza facial es el momento ideal para que la esteticista valore el estado de nuestra piel y analice las necesidades que ésta presenta en cada época del año. Además de poder asesorarnos para continuar los cuidados en nuestra rutina facial de casa.
La frecuencia la marca tu tipo de piel
En pieles normales, nuestra recomendación es hacerse, como mínimo, una limpieza cada cambio de estación, para ayudar a nuestra dermis a que se adapte mejor a los factores externos que la alteran. En pieles más grasas, que requieren mucha extracción, deberíamos aumentar la frecuencia, incluso, podríamos hacer una al mes si fuera necesario.
El tipo de higiene que más nos conviene también está marcada por las características de nuestra piel. Si es muy grasa y con un poro muy abierto, se ensuciará con más facilidad, por lo que necesitaremos una higiene facial más profunda en la que la experta dedique más tiempo a la extracción y a la regeneración posterior durante el protocolo. En el caso de una piel seca, le daremos más importancia a la exfoliación, que debe ser muy suave, y a la hidratación.
Elige tu higiene facial ideal… ¡y a disfrutar!
En The Secret Lab realizamos tres tipos de higienes faciales, todas ellas totalmente personalizadas y adaptadas a las necesidades de cada piel.
We love masks: nuestra higiene facial personalizada de 60 minutos. Ideal para pieles cuidadas que buscan mantenimiento profesional en cabina cada cambio de estación.
We love masks Premium: una higiene facial de 90 minutos especialmente indicada para pieles que requieren una limpieza más profunda (muy grasas y/o con el poro muy abierto) o para momentos puntuales en los que la piel necesita una dosis extra de cuidados (vuelta de vacaciones, alteraciones por cambios en la alimentación, situaciones de estrés, etc)
Facial Deluxe: le damos un plus a nuestra higiene facial clásica finalizando el protocolo con 30 min de radiofrecuencia (INDIBA o EVOCARE), para aportar a la piel una dosis extra de luminosidad y firmeza. Saldrás de cabina con un rostro impoluto y un efecto flash buena cara ¡maravilloso!.
¿Cómo mantener el efecto de la limpieza profesional?
Si quieres prolongar esa sensación de piel sana, impoluta y cuidada con la que salimos después de una higiene facial en cabina, lo sentimos, pero no hay truco. La clave está en seguir una buena rutina de cuidado facial en casa, no descuidar la limpieza día y noche y aplicar los principios activos que nuestra piel necesita en cada momento (y para eso, nada mejor que dejarse asesorar por las expertas)